El arte de las últimas décadas ha tenido sin duda varios y honrosos escarceos con el mundo de los videojuegos. Todos hemos visto imágenes y pinturas de auténticos artistas que interpretan a su particular manera los juegos más diversos. Aquí os mostramos un tipo de arte un poco diferente, pero que no por ello deja de ser asombroso.
Supongo que conocéis el cubo de Rubik, un famoso puzzle en el que debes conseguir que cada una de las seis caras del cubo sea de un color. Se trata de un complejo rompecabezas que se ha usado incluso para medir la capacidad intelectual de las personas. Pues bien, aquí tenéis otro uso que se le puede dar al famoso cubo.
Estoy convencido de que el artista se ha dedicado a desensamblar y volver a ensamblar los cubos, porque de no ser así se trata de un absoluto genio. Pero la cosa no queda aquí, ya que mediante los cubos se pueden lograr imágenes pixeladas de mayor tamaño.
Y es que nadie puede negar que los píxeles son una gran fuente de inspiración. Quiero dedicarle esta entrada a Joana, por ser ella mi fuente de inspiración (y la única persona que conozco que ha completado un cubo de Rubik).Hasta la próxima entrada, cartucheros.
Vía: Kotaku
qué caña!! Lo único que se me ocurre es ¿por qué demonios no se me ocurriría a mí semejante idea?
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