sábado, 16 de marzo de 2019

El Zelda más limpio

En ocasiones me gusta mostraros curiosidades que han llegado a mis manos de forma inesperada.

¿Qué tenemos aquí?


Los más jóvenes dirán: "un ladrillo". Pero los que ya somos viejóvenes reconoceremos un cartucho. Para ser más exactos un cartucho de Zelda para la Nintendo 64. ¿Verdad? Pues no.





En realidad se trata de una pastilla de jabón para lavarse las manos. Se ha deshecho algo tras un par de tests, pero me da pena usarla y ahora ya no me lavo las manos nunca. También he pensado meterla en la Nintendo 64 a ver si me la deja como los chorros del oro. Su aroma es dulzón y algo ácido, como de Coca-cola con canela. No sé qué queda por inventar en esto del marketing retro.

Hasta la próxima entrada, cartucheros!

sábado, 2 de marzo de 2019

Habitación de un joven gamer

Había una vez un niño, yo. Ese niño tenía un padre y ese padre a su vez tenía tres cosas: tiempo, pinceles y pintura. Aunque no la suficiente pintura amarilla, por lo visto (¿un Pac-man verde?).



Adivina cuan feliz era aquel niño en su habitación...

Ahora, más cerca de los cuarenta que de otra cosa, la pared sigue manteniendo inalterables a Pac-man y a Sonic. Compañeros ilustres de habitación. Y cuando visito la casa de mis padres no puedo dejar de entrar allí unos minutos y sentirme, aunque sea por unos instantes, niño otra vez.

Hasta la próxima entrada, cartucheros!