Hace muchos años, no existía Youtube. De hecho, no existía internet. Tranquilo, sí que existían los videojuegos. Si los jugabas en un ordenador te arriesgabas a no poder jugarlos por falta de requerimientos técnicos. Que tiempos los de aquellos monitores monocromos o CGA junto con el sonido o música del beeper. Muchos nos decantamos por las videoconsolas y su fiabilidad, aunque de vez en cuando hubiera que soplar algún que otro cartucho...
Pues bien, cuando en aquel entonces queríamos comprar un juego las opciones para conocerlo bien antes de hacer el gasto pasaban por mirar la carátula (que solía ser siempre espectacular) y la parte trasera de la caja en la que solía ir una descripción y un par de pantallazos del juego. Eso era todo. Te lo comprabas y te arriesgabas.
Hasta que surgió Hobby Consolas, la revista especializada que, junto a otras como Superjuegos, nos permitió informarnos y hacernos la boca agua con los juegos venideros.
A muchos cuando les hablamos de un pin les viene a la mente un código numérico cuasi mágico, que permite desde desbloquear el móvil hasta pagar con tarjeta de crédito. Pero hace ya unos años, un pin era otra cosa. Un pin era (y es) un abalorio decorativo de metal para colgarlo en la ropa, gorra, mochila, etc y customizarla. Se podían comprar pero también se utilizaron mucho como merchandising promocional. Muchos los coleccionábamos.
Entre mis pins tengo joyitas videojueguiles como uno de Sonic 2 o este pin de la mítica Hobby Consolas.
Lo guardo con mucho cariño.
Hasta la próxima entrada, cartucheros!
Yo tengo uno del primer sonic
ResponderEliminarHola! Es verdad! En cuanto he leído tu comentario me he puesto a buscarlo ya que me sonaba tenerlo en algun lado. Lo he encontrado! Voy a postearlo! Gracias!
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