Recién importada de Liverpool, os presento la auténtica seta de Mario. Resulta que mi hermano, un jugón de pro, se vino unos días a casa y no dejó escapar la oportunidad de traer alguna que otra sorpresita retro.

Se trata de una cajita de metal, perfectamente ideada, que está repleta de caramelos. Tan sólo hay que quitar la cabeza de la seta y paladear una de las pequeñas setitas rosa de su interior. Para que os hagáis una idea, se trata de caramelos con textura de pica pica y sabor a piruleta (cherry flavoured sweets).

Y no, por desgracia te puedo asegurar que cuando te tomas una de estas pastillas no te haces el doble de grande.
Hasta la próxima entrada, cartucheros!